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«Biodiversidad» es un término acuñado en 1986 que viene de la combinación de las palabras «diversidad biológica». Esta es entendida como la variedad de vida que existe en nuestros ecosistemas.
Los bosques, los mares, los océanos, las montañas y cualquier escenario en donde las especies se desarrollan están llenos de vida. Aquí desarrollan sus vidas todo tipo de animales, insectos, anfibios, plantas y algunos otros microorganismos que no percibimos. Este conjunto de elementos que interactúa entre sí y que crea un delicado equilibrio ecológico se conoce como biodiversidad.
Por medio de la biodiversidad, el planeta brinda las condiciones necesarias para que se sustente la vida y, a su vez, se creen diversas formas de vida. Partiendo de este principio, las especies interactúan con el ecosistema que las rodea para desarrollar su existencia. Este proceso genera un ciclo sin fin en donde el crecimiento y la evolución natural es recíproco, y donde la vida genera, a su vez, más vida.
La Cumbre de la Tierra, celebrada por la Organización de las Naciones Unidas en Río de Janeiro en 1992, reconoció la necesidad mundial de preservar el futuro de la biodiversidad con el progreso humano. Se definía según los criterios de sostenibilidad promulgados en el Convenio internacional sobre la Diversidad Biológica, aprobados en Nairobi el 22 de mayo de 1994, fecha que posteriormente fue declarada por la Asamblea General de la ONU como Día Internacional de la Biodiversidad.
Ahora que sabes qué es la biodiversidad, debes estar al tanto de que existen tres tipos:
Nos indica que cada ser vivo, animal o vegetal, contiene una composición genética única. Esta realidad da pie a miles de combinaciones posibles donde no hay lugar para la repetición. Cuanto más variada sea una especie, mayor será su posibilidad de perpetuarse.
Abarca a las distintas especies que poseen características comunes y que comparten un ecosistema determinado. Por ejemplo, si pensamos en un río de agua dulce, veremos que las plantas, los árboles, las rocas, los peces, los pájaros, los insectos y los anfibios comparten en este espacio vital.
Describe áreas geográficas específicas, que cuentan con características únicas que permiten el crecimiento y el sustento de un grupo de especies. Estas especies dependen directamente del ecosistema donde se encuentran. Podemos diferenciar además dos tipos de ecosistemas, los terrestres y los marinos.
Los ecosistemas aportan y aseguran muchos de los “servicios” básicos para nuestra supervivencia. A lo largo de la historia, la biodiversidad ha contribuido de muchas maneras al desarrollo de la cultura humana, y representa una fuente potencial para hacer frente a necesidades futuras. Es posible agruparlos en tres categorías:
Hace referencia al papel de la diversidad biológica desde el punto de vista sistémico y funcional. Al ser indispensables para nuestra supervivencia, muchas de estas funciones suelen ser llamadas “servicios”.
Los elementos que constituyen la diversidad biológica de un área son los reguladores naturales de los flujos de energía y de materia. Cumplen una función importante en la estabilización de las tierras y zonas litorales. Aún con el desarrollo de la agricultura y la domesticación de animales, la diversidad biológica es indispensable para mantener un buen funcionamiento de los agroecosistemas, ya que garantiza la fertilidad de la tierra, la polinización natural de varias especies domésticas, el control eficaz de plagas, etc.
Además, un ecosistema más diverso puede resistir mejor a la tensión medioambiental y por consiguiente es más productivo. Es probable que la pérdida de una especie disminuya la habilidad del sistema para mantenerse o recuperarse de daños o perturbaciones. Al igual que una especie con alta diversidad genética, un ecosistema de alta biodiversidad puede tener más oportunidades de adaptarse al cambio medioambiental. En otras palabras: cuantas más especies comprende un ecosistema, más probable es que el ecosistema sea estable y resistente.
Una mayor biodiversidad permite a un ecosistema resistir mejor a grandes cambios ambientales, haciéndolo menos vulnerable, más resiliente por cuanto el estado del sistema depende de las interrelaciones entre especies y la desaparición de cualquiera de ellas es menos crucial para la estabilidad del conjunto que en ecosistemas menos diversos y más marcados por la dominancia.
Para todos los humanos, la biodiversidad es el primer recurso para la vida diaria. Los seres humanos la necesitan para la fabricación de alimentos, productos farmacéuticos y cosméticos. Este concepto sobre los recursos biológicos explica la mayoría de los temores de desaparición de los recursos. Sin embargo, también es el origen de nuevos conflictos sobre la división y apropiación de recursos naturales.
Algunos de los artículos económicos importantes que la biodiversidad proporciona a la humanidad están vinculados a la alimentación con la que a través del ganado y la agricultura los seres humanos pueden alimentarse; la salud y es que a lo largo de la historia la especie humana ha utilizado remedios para mejorar su estado físico; la industria porque son muchos los elementos que se rescatan del subsuelo, del agua o de los bosques y que han permitido a los hombres evolucionar hasta nuestros días, tiempo en el que seguimos explotando los diferentes ecosistemas, e incluso el turismo ya que la biodiversidad es reclamo para miles de personas que acuden a disfrutar de la naturaleza y el aire libre.
La biodiversidad es importante ya que cada especie puede dar una pista a los científicos sobre la evolución de la vida. Además, la biodiversidad ayuda a la ciencia a entender cómo funciona el proceso vital y el papel que cada especie tiene en los ecosistemas.
Debemos tener presente que la biodiversidad es un recurso estratégico para los humanos y un elemento esencial para el planeta. Se podría considerar que la biodiversidad es su espina dorsal. Por eso, si continua la pérdida de la biodiversidad al ritmo actual, será imposible mantener la vida en el planeta.
La biodiversidad nos regala a diario infinidad de beneficios, aunque muchos de ellos pasan completamente desapercibidos:
Durante los últimos 50 años, la pérdida de la biodiversidad se ha visto acelerada como consecuencia de factores externos, entre los que destacan: las actividades humanas la biodiversidad, la contaminación, el calentamiento global y el cambio climático.
Desde siempre, el hombre ha sacado provecho de los recursos naturales para garantizar su supervivencia. Sin embargo, durante el último siglo, el uso desmedido de los recursos del planeta ha provocado la pérdida de cientos de ecosistemas, así como la alteración o extinción de la biodiversidad allí existente.
La tala desmedida de árboles, la pesca desmesurada, la deforestación de tierras con fines agrícolas, el uso excesivo del plástico, la contaminación de los mares, la aplicación de técnicas de cultivo que erosionan los suelos, entre muchos otros factores, ha alterado drásticamente el ciclo de vida del planeta. Esto ha dado paso a zonas áridas, a la disminución de los recursos alimenticios, a la escasez de agua, al desplazamiento de los animales y a la aparición de especies invasoras.
Asociado a esto, el calentamiento global ha enfermado gravemente al planeta, trayendo como consecuencia:
Todo esto, ha producido profundos cambios en la Tierra y, de continuar así, mucha biodiversidad, que hoy en día está amenazada, desaparecerá para siempre, trayendo consecuencias devastadoras para la vida tal como la conocemos.
Conocer qué es la biodiversidad es el primer paso para saber cómo protegerla y mantenerla. Debemos hacer un uso sustentable o consciente de los recursos del planeta, además de generar medidas de protección que garanticen que el delicado balance natural sea restaurado, para lograr dejar un planeta vivo a las generaciones futuras.
Porque cuánta mayor sea la diversidad biológica de nuestro entorno, mayor riqueza y salud tendrá nuestro planeta. Si queremos asegurar la supervivencia de nuestra biodiversidad, no basta con delimitar espacios protegidos, es necesario cambiar nuestros hábitos a favor de proteger la naturaleza.
Numerosos estudios aseguran que para proteger la biodiversidad no solo basta con evitar la desaparición del mayor número de especies, sino que debemos encontrar el equilibrio entre la explotación de recursos con los elementos clave que garantizan la estabilidad y funcionamiento de los ecosistemas.
Sin embargo, si nos preguntamos cuál es el futuro de la biodiversidad y la vida silvestre, la respuesta es poco alentadora. Si seguimos a este ritmo, seguiremos destrozando los ecosistemas y haciendo peligrar la vida de miles de especies.
En este sentido, la labor de las instituciones resultará fundamental para revertir esta complicada situación. Promover acciones sostenibles, reciclar, realizar un consumo responsable y fomentar políticas que ayuden a restaurar y conservar nuestra naturaleza son algunas de las acciones necesarias para construir un futuro más sostenible.
♦ La biodiversidad la variedad de vida que existe en nuestros ecosistemas.
♦ Hay tres tipos de biodiversidad: genética, de especies y diversidad de ecosistemas. Estos últimos pueden ser: marinos o terrestres.
♦ Es importante proteger la biodiversidad y frenar la pérdida de especies porque éstas son la espina dorsal para el equilibrio ecológico en nuestro planeta.
♦ Las actividades humanas, la contaminación, el calentamiento global y el cambio climático son las principales amenazas que sufre la biodiversidad.
♦ Debemos proteger nuestra diversidad biológica porque cuánto más rica sea esta, mejor será la salud de nuestro planeta.