Innovación educativa vs innovación en la organización y el gobierno

fuente flickrccLlevamos cientos de años utilizando las mismas metodologías formativas (basadas en paradigmas docentes); durante esos años ha evolucionado la tecnología (que la hemos incorporado); los contenidos (muchos de los cuales hemos contribuido a generar) y por supuesto ha habido cientos de planes estratégicos.

Los planes estratégicos son útiles y suelen responder a situaciones de cambio (cambio de gobiernos, de gestores y de contextos sociales, culturales y económicos). Sin embargo, desde el punto de vista de las metodologías docentes, los planes estratégicos son como gaviotas que revolotean sobre nuestras cabezas; pero que nunca llegan a aterrizar, incluso cuando esos planes son para renovar las propias metodologías docentes.

Estamos tan acostumbrados a la escasa incidencia de los planes estratégicos sobre la renovación de las metodologías, que muchas veces ni tan siquiera les prestamos atención.

Con todo esto del proceso de convergencia europea pasa lo mismo; la situación de cambio ha servido para cambiar las titulaciones (pasan a 4 años y se unifican las medias con las superiores), ha servido para cambiar el modelo de medición de carga docente (pasa a medir la carga real del alumno, no solamente la actividad presencial); sin embargo, no parece que de momento este cambio afecte a la renovación metodológica.

Lo peor es que desde «Europa» ya se ha pasado página; se están elaborando nuevos planes estratégicos ¿y la renovación metodológica centrada en el alumno?.

Lo mejor  es que este nuevo plan estratégico europeo ha procreado; ha generado muchos hijos en forma de planes estratégicos en las universidades y centros de formación para renovar las metodologías; son los planes sobre innovación educativa; estos planes estratégicos están más cercanos y aunque sobre el papel ha dado frutos (hay miles de experiencias de innovación educativa) lo cierto es que aún no se ha conseguido que se renueven las metodologías educativas.

Bueno, ¿y a qué viene el título del post?.

Viene a que la Cátedra UNESCO de Gestión y Política Universitaria ha sacado el boletín número 3, dedicado a las «Innovaciones en la organización y el gobierno de las universidades».

En dicho boletín hay artículos y entrevistas sobre la innovación en el gobierno de las universidades; esta innovación se ve como un «caldo de cultivo» donde se puede originar políticas de innovación educativa.

Revisando el boletín se ve que la innovación en el gobierno y la gestión ha ido a una velocidad mucho mayor que la innovación en las metodologías educativas; aunque continúo viendo la innovación en la gestión como algo que no acaba de llegar a las metodologías formativas; al menos, nos queda el consuelo de que hay entidades (me refiero a la Cátedra UNESCO de Gestión y Política Universitaria) que continuamente está trabajando para que esa innovación en el gobierno y en las organizaciones se produzca; y además que vaya en el sentido de renovar las metodologías educativas.



Categorías:Educación, iniciativas, innovación

4 respuestas

  1. «…cambiar las titulaciones (pasan a 4 años y se unifican las medias con las superiores)…»

    Bueno, algunos dirían que las medias se aumentan en un año y las superiores pasan a ser posgrados 🙂 Creo que en España esa es precisamente la visión que se está imponiendo.

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  2. Hay que pasar del nivel estratégico y táctico a un nivel operativo. Por ejemplo, creo que deben crearse en cada universidad, en dptos y centros las figuras de coordinadores de innovación educativa, es decir, profesores con experiencia en b-learning para ayudar a otros colegas a conocer las ventajas de esta metodología, y cómo ponerla en práctica en las asignaturas.

    PERO, de nada valdrá si se reforman los planes de estudios al formato ECTS, y no se incide en la renovación REAL de la metodología educativa, en mayor o menor medida según el tipo de asignatura. Esto implica que la metodología educativa no debe depender del profesor, si no de su guía de estudio …

    De igual forma, de nada valdrá, si tales coordinadores de innovacióne educativa, no son recompensados y reconocidos con una dedicación docente muy reducida … Si tales coordinadores siguen con una carga lectiva entre 15 y 24 créditos, y llevan por ejemplo otras responsabilidades de gestión (centro, I+D+i, etc), poco se podrá avanzar en la implantación progresiva de las propuestas de acción que llevan los planes estratégicos y tácticos en innovación educativa. O sea, que también debe pensar en una SEPARACIÓN de tareas entre los PDI, y todas plenamente reconocidas con el mismo valor para el rendimiento global de cada universidad.

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  3. Muchas veces se ha querido cambiar las metodologías en la enseñanza, pero hemos visto que simplemente todo ha quedado en unas cuantas palabras, no se ha trabajado concretamente en ello. Y, esto, no sólo se aprecia en la educación superior (universidades, institutos, etc.), sino que también ha sido un tema muy hablado en las escuelas.

    Desde luego, la tecnología no puede estar ajena a estos cambios. Pero, creo que debe existir un equilibrio. Todo depende del tema de la clase y de cuánto puede aportar la tecnología para que los alumnos entiendan mejor la enseñanza. Lógicamente, los profesores ocupan un lugar muy importante en esta tarea. Ellos tienen que saber en qué momento incluir esos cambios y cuándo no.

    La innovación más se ha apreciado en las organizaciones educativas, pero no en el trabajo que éstas realizan. Por lo mismo, debe ser un problema que tenga rápida solución. Además, la innovación debe empezar desde la educación inicial hasta la superior. No olvidar que se está educando a los futuros profesionales, trabajadores ( http://www.cv-resume.org/curriculumvitae/busqueda-empleo/ ), referentes, etc., del país.

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