Cuando nos encontramos con el papel en blanco y la tarea de escribir nada menos que un poema, sabemos que no será una labor sencilla. Pero si comprendemos que escribir puede ser también un juego, quizás podamos convertirnos en poetas.
Los alumnos y alumnas de 8º 5º se atrevieron a ser poetas y poetisas en una mañana de primavera…
POETAS
El alma cruel con
su voz terrible y
su risa delirante se
va desvaneciendo
en un alto fuego.
Javier Mendez
En el paisaje extenso
se ve el río silenciosos.
En el alto árbol hay
un ardiente fuego.
Franco Ramos
El paisaje
En el paisaje dulce
había una piedra luminosa.
En el barco viajero
había un barco viajero
En el paisaje dulce
hay piedras luminosas.
en el lumnisoso nilo
había un sol viajero.
Lautaro Reynoso
En mi balcón silencioso
mi corazón enamorado
a fuego, ciego, marca mi
sangre endulzada.
Santiago Milanese
En el balcón silencioso
entre estrellas melancólicas
mi corazón naranja
suspira fuego ciego.
Juan Micheletti
El terrible fuego colorado
despierta a los muertos
soñolientos y los
pájaros crueles
muerden las hojas extensas.
Enrique Orozco
POETISAS
Bajo la luna enamorada,
al lado del río entero
estaba la montaña verde
y en ella se escondía un corazón silencioso.
Camila Videla
La naturaleza
En la tarde natural
la mañana madura,
mintras que el río dulce
pinta el paisaje entero.
Yesica Videla
Una mañana gris
el corazón se mi iluminó
y la tarde cayó.
Mientras que mis ojos melancólicos,
se llenaron de color.
Yésica Videla
Los muertos melancólicos
como fuego cruel
entre lágrimas extensas
y con el corazón oscuro.
Elena Sosa
Una mañana de amor
En la mañana viva
mis ojos centinelas
no pueden dejar de mirar
tu mirada enamorada
y mis lágrimas lumninosas
caen al río extenso
lleno de ellas.
Melisa Moreno
En los ríos altos hay muertos pintados
en el camino viajero
hay fuego ciego
en el rio alto
corre vinon pintado
por una mirada verde
se cruzó con un sol viajero.
MIGUEL MIRANDA
El río
El río silencioso
golpea al barco delirante
con sus aguas extensas.
Fernandas Vargas
La lluvia sola
del barco gritaba
Yo tengo la llave enamorada
de tu corazón natural
y tu tesoro luminoso.
Yanina Yllarreta
El pájaro viajero
montado sobre la montaña inmóvil
observaba a la mujer escarlata
con sus ojos fríos.
Florencia Zárate
Las estrellas muertas
caen sobre el már Nilo
con su agua violeta
empujadas por el viento frío.
Muñoz Ayelén
El frío celeste
como fuego violeta
al amor sereno
como cielo silencioso.
Rebeca Castro
El fuego luminoso encendió
un corazón debajo de las estrellas
viajeras, y los barcos silenciosos
los miraban. Mientras que e
viento cruel se agitaba cada vez más.
Romina Palacio
Los ojos ciegos no contemplaban
bajo la montaña baja, pero
las manos frías podían tocar
el agua dulce, mientras que
las lenguas coloradas la saboreaban.
Daniela Terrero
El salvavidas alto
con la mano delirante
salvó al verde viajero
en un río pintado.
Ruth Dávila
El tesoro ciego
como el paisaje melancólico
tenía un perfume gris
como la mañana viva.
Alejandra Pedrero
Su corazón ciego,
el fuego enamorado
sobre el balcón alto comía
la sangre dulce del animal.
Un pájaro soñoliento vuela sobre
las olas silenciosas del mar y sobre
las estrellas anchas del cielo con
sus alas maduras.
Los muertos son meláncólicos como
el cielo luminoso de noche
la montaña color escarlata y sobre
nuestreo amor inmóvil
el oro vago duerme.
Sol Garay
Sus muertos melancólicos,
con su alma enamorada,
escuchan su corazón ciego,
mirando al cielo inmóvil.
Sobre el balcón maduro
junto al fuego silencioso
un Ruiseñor dulce
arrojaba salvavidas vagos
al amor soñoliento.
Analía Burgos
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