Desde las publicaciones de los primeros experimentos en ingenieria genética, en la década de los setenta, una enorme controversia se abrió en el mundo científico y social de aquella época. Las perspectivas que abrían los nuevos descubrimientos variaban desde un mundo maravilloso sin enfermedades, con un increible rendimiento agrícola y ganadero, todo tipo de nuevos fármacos, hasta un mundo catastrofista dominado por una minoría desaprensiva.

En 1975 se celebró una Reunión Internacional en el Centro de Conferencias Asimolar de Pacific Grove, en California, en la que se estableció unas directrices para el trabajo con el ADN recombinante, normas que regulaban el confinamiento de los experimentos a "microcosmos" controlados. Como ninguno de los peligros previstos llegó a materializarse, se suavizaron sus lineas directrices. El inicio de la investigación genética en la especie humana, clonación de embriones, etc., ha llevado a nuevas reflexiones y a la creación de un Comité Internacional de Bioética, dependiente de la UNESCO, en 1993. Se ha acuñado el término bioseguridad , formándose incluso un Comité Institucional de Bioseguridad que pretende llegar a acuerdos internacionales en el terreno de la investigación y en la aplicación de los descubrimientos científicos obtenidos.

Frente a los múltiples beneficios que ofrece este campo, se encuentran algunos problemas que puede presentar la aplicación de la Ingeniería Genética:

  • Problemas sanitarios.  Pueden aparecer nuevos microorganismos patógenos que provoquen enfermedades desconocidas, o el uso de fármacos de diseño provoquen efectos secundarios no deseados.
  • Problemas ecológicos.   La liberación de nuevos organismos en el ambiente puede provocar la desaparición de especies contra las cuales se lucha, con consecuencias aún desconocidas, ya que cumplen una función en la cadena trófica de la naturaleza. Se puede pensar en posibles nuevas contaminaciones debidas a un metabolismo incontrolado.
  • Problemas sociales y políticos.  Las aplicaciones de la Biotecnología en el campo de la producción industrial, agrícola y ganadera, pueden crear diferencias aún más grandes entre países ricos y pobres. El sondeo génico en personas puede llevar a consecuencias nefastas en la contratación laboral, por ejemplo, y atenta contra la intimidad a que tiene derecho toda persona.
  • Problemas éticos y morales.  La experimentación en la especie humana puede atentar contra la dignidad de la misma. Poder conocer y modificar el patrimonio genético humano puede ser una puerta abierta al eugenismo. En el campo de la Terapia Génica es defendible este procedimiento cuando se utilice en células somáticas para corregir enfermedades. En la línea germinal se pide su prohibición en todo aquello que sea recomponer un programa genético humano. Los trabajos con embriones humanos con fines puramente experimentales se consideran un atentado a la dignidad de la especie humana.

    Por todo ello, es preciso que los conocimientos y avances en Ingeniería Genética se consideren patrimonio de la humanidad, y que los Organismos Internacionales creados para ello sean capaces de vencer las reticencias que crean los intereses políticos y económicos, logrando una legislación adecuada y justa, que recoja las voces razonables de todos los sectores sociales.